sábado, 19 de abril de 2008

LA MUJER PANTERA (1942) De Jacques Tourneaur


Comenzamos con el maestro Jacques Tourneaur. Si en “Yo Anduve con un Zombie”, nuestro director muestra su estilo inconfundible en el que lo enigmático y siniestro es mucho más importante que lo explícito y gratuito, la sugerencia de “La Mujer Pantera” es incluso mayor, convirtiéndose sin duda en el film más simbólico y ambiguo de su autor. Una obra maestra en la que la elegancia y maestría de la puesta en escena, establecieron un nuevo nivel de excelencia para el género fantástico.

Irena (interpretada por la enigmática Simone Simon), una chica extranjera que pasa sus ratos libres en el Zoo dibujando felinos, conoce allí a Oliver, que casi inmediatamente quiere casarse con ella. Y eso a pesar de que Irena parece obsesionada con las leyendas de su país natal, que hacen referencia a las maldiciones de tipo animal que caen sobre los paganos contrarios al rey. La pulsión sexual reprimida de la muchacha así como su compleja y misteriosa psicología, desencantarán poco a poco a Oliver, que volverá sus ojos hacia Alice, su compañera de trabajo. Pero Irena no va a tolerar que se traicione su amor maldito.

Aquí los monstruos habitan en la mente, como parece sugerir la escena en el psicólogo (magistralmente iluminada en claroscuro, como podéis apreciar en la fotografía). Y es que, ¿Es Irena una mujer pantera o solo una perturbada con demonios en la mente? La película deja pistas y simbolismos sobre ambas posibilidades sin parecer decantarse por ninguna. Al igual que en otras obras maestras del suspense (como “Vértigo” de Alfred Hitchcock), el final nos deja más preguntas que respuestas. Las escenas de supuestas transformaciones, por ejemplo aquella en la que Irina merodea en torno a Alice mientras ésta se baña en la piscina, están resueltas con sombras que se mueven y rugidos de fondo. Tanto podría ser que Irina usa a la pantera del zoo (cuya llave de la jaula se deja siempre puesta el olvidadizo encargado) como que ella misma se transforma en la bestia que, de todas formas, habita metafóricamente en su interior. El espectador decide.

La película fue todo un éxito de taquilla que le quitó espectadores nada menos que a “Ciudadano Kane” de Orson Welles, también de la RKO. Ello propició el rodaje de una interesante secuela llamada “La Venganza de la Mujer Pantera” de Robert Wise y Gunther Von Fritsch (de la que ya hablaremos) e incluso una mención de la película en la excelente “Cautivos del Mal” de Vicente Minelli. También existe un remake llamado “El Beso de la Pantera” (1982) del gran cineasta Paul Schrader y con Nastassja Kinski de protagonista, aunque la verdad es que no guardo un buen recuerdo del mismo.

Aún no he tenido oportunidad de ver “The Leopard Man” ,otra incursión en el terror "felino" del binomio Val Lewton/Jacques Tourneaur. Pero mañana disfrutaremos de otra película imprescindible del genial director y comentaremos un poco su relación con el señor Lawton.

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